Expertos destacan la historia del vino en la construcción de la identidad nacional y entregan consejos de maridaje para realzar las celebraciones con responsabilidad y diversidad de cepas.

El vino no solo acompaña las mesas del 18 de septiembre: es parte esencial de la historia e identidad de Chile. Desde los albores de la República hasta el redescubrimiento del Carménère en los años 90, la vitivinicultura nacional refleja cultura, territorio y diversidad. Hoy, expertos recomiendan maridajes que permiten disfrutar mejor de este patrimonio en Fiestas Patrias, con un llamado al consumo responsable.
Para Claudio Broitman, director de Periodismo del Campus Creativo UNAB, el vínculo es profundo: “Desde la época colonial, el vino ha sido un ingrediente fundamental de la identidad criolla y republicana”. Un hito clave fue el hallazgo del Carménère, cepa que sobrevivió en Chile tras desaparecer de Europa en el siglo XIX, transformándose en un sello único de nuestra producción.
La actualidad de la industria vitivinícola vive un momento vibrante. Según Claudia Gacitúa, directora del Diplomado en Comunicación de Vinos UNAB, “Chile ofrece vinos de altísima calidad reconocidos en el mundo, junto con pequeños proyectos de autor y cepas patrimoniales. Beber vino hoy es beber historia, cultura y paisaje, con opciones para todos los gustos y bolsillos”.
En ese marco, los expertos sugieren cinco maridajes imperdibles para estas celebraciones: Carménère con empanadas o pastel de choclo; Cabernet Sauvignon para carnes rojas a la parrilla; cepa País para platos tradicionales como charquicán; Sauvignon Blanc o Chardonnay con ceviches y sopaipillas con pebre; y vinos dulces como Late Harvest o espumantes demi-sec para acompañar postres.
Cada combinación no solo resalta los sabores de la gastronomía nacional, sino que también conecta con la diversidad de cepas y estilos que ofrece el país, desde el norte hasta el sur. Esta amplitud permite celebrar con propuestas modernas sin perder la raíz patrimonial del vino chileno.
Más allá de las recomendaciones, el mensaje es claro: el vino es parte del patrimonio cultural de Chile, pero debe disfrutarse con responsabilidad. “La verdadera celebración está en compartir con equilibrio, reconociendo la calidad y riqueza de nuestros vinos sin excesos”, concluye Gacitúa.